Es importante saber y aceptar cuando se acaba una etapa de la vida. Si insistes en permanecer en ella más allá del tiempo necesario, pierdes la alegría y el sentido del resto.
Cerrar círculos, cerrar puertas o cerrar capítulos, lo importante es poder cerrarlos por difícil que parezca. Puedes pasar mucho tiempo de tu presente en los porqués, regresando y tratando de entender lo sucedido. El desgaste va a ser infinito, porque en la vida, tú, yo, tus amigos, tus hermanos, tus hijos, todos estamos encaminados hacia ir cerrando capítulos, dar vuelta a la hoja, terminar con etapas o con momentos y seguir adelante.
No podemos estar en el presente, viviendo el pasado, y constantemente preguntándonos por qué... Lo que sucedió, sucedió, y hay que soltarlo, hay que desprenderse. No podemos ser niños eternos, ni adolescentes tardíos, ni empleados de empresas inexistentes, ni tener vínculos con quien no quiere estar vinculado a nosotros, los hechos pasan y hay que dejarlos ir.
Por eso a veces es tan importante despojarse de todo aquello que nos ate o recuerde alguna etapa de nuestras vidas que tengamos que cerrar, llámese relación de pareja, de trabajo etc., tirar papeles, regalar libros, cambiar de casa, hasta reacomodar los muebles, hay que soltar, dejar ir, desprenderse, los cambios externos pueden simbolizar procesos interiores de superación.
En la vida hay que vivir sólo lo que tenemos en el presente. El pasado ya pasó, no puedes hacer nada para cambiarlo, no esperes que te lo devuelvan, que regrese, no esperes que te reconozcan, no esperes que alguna vez se den cuenta de quién eres tú, suelta el resentimiento. Con darle y darle al asunto lo único que consigues es dañarte, envenenarte y amargarte. La vida va para adelante, nunca para atrás. Si vas dejando a tu paso puertas abiertas “por si acaso”, nunca podrás vivir el presente plenamente y con satisfacción.
¿Una relación que no se clausura? ¿Posibilidades de regresar? ¿A qué? ¿Necesidad de aclaraciones? ¿Palabras que no se dijeron? ¿Silencios que los invadieron? Si puedes enfrentarlos hazlo ya, si no déjalos ir. Cierra capítulos, debes decirte a ti misma que no, que no vuelven, pero no por orgullo ni soberbia, sino porque tú ya no encajas en ese lugar, en ese corazón, en esa casa, en esa oficina. Tú ya no eres el mismo que fuiste hace dos días, hace tres meses, hace un año, por lo tanto no hay nada a qué volver. Cierra la puerta, cierra el círculo. Ni tú eres el mismo, ni el entorno al que regresarías es igual, porque en la vida nada se queda quieto, nada es estático. Es salud mental, amor por ti misma, despréndete de lo que ya no está en tu vida.
Recuerda que nada ni nadie es indispensable, ni una persona, ni un lugar, ni un trabajo. Nada es vital para vivir, porque tú llegaste a este mundo sin ese adhesivo. Por lo tanto sólo es costumbre vivir unido a él, es un arduo trabajo personal aprender a vivir sin lo que hoy te duele dejar ir. Es un proceso y humanamente se puede lograr, porque sólo es costumbre, apego, necesidad.
Cierra, clausura, limpia, tira, oxigena, despréndete, sacúdete, suéltate. Hay muchas palabras que significan salud mental y cualquiera que sea la que escojas, te ayudará definitivamente a seguir adelante con tranquilidad.
Extracto del artículo “Cerrando círculos”
Escritor brasileño Paulo Coelho.